La industria de la construcción tuvo en 2020 su peor año en un cuarto de siglo, tras registrar una caída acumulada de 17.45 por ciento, según datos del Inegi.
Aunque el sector ya estaba en proceso de desaceleración desde 2015, hay que remontarse hasta 1995 para encontrar una baja peor, de 32.41 por ciento, a la observada el año pasado.
Los proyectos de ingeniería civil, que incluyen obra pública y de infraestructura, y los de edificación, concentrados en proyectos privados, registraron variaciones negativas a tasa anual durante todo el año, incluso en el primer trimestre, previo al impacto del Covid-19.
Emilio, un desarrollador de vivienda, ha vivido el drama de la caída en su actividad, pues de construir 250 casas al año y vender hasta el 60 por ciento, el año pasado apenas terminó 45 y todavía no termina de venderlas.
“Desde el 2019 empezamos a ver una caída en ventas tremenda, al ver esa caída frenamos los proyectos nuevos, entonces tomamos la decisión de no hacer nada nuevo hasta terminar con lo que traíamos en proceso, pero esto es una cadena, si nosotros no vendemos, mucho es por efecto del desempleo”, apuntó el empresario.
Justo fueron las empresas de menor tamaño las que resintieron el efecto del freno en la actividad.
Eduardo Ramírez, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción (CMIC), señaló que si bien la caída era esperada, no deja de ser grave, pues al menos unas 2 mil constructoras, especialmente pymes, cerraron operaciones, lo que afectó la generación de 200 mil empleos.
“Vemos un panorama complejo, las caídas sí fueron las pronosticadas, todos veían que íbamos a acabar realmente mal y así fue.
“Además, el valor de producción de las empresas constructoras en 2020 quedó en el -24.9 por ciento, es señal de que algo tenemos qué hacer en la industria”, dijo.
Para Félix Boni, director general de análisis económico de HR Ratings, la construcción quedó rezagada de la recuperación que otras actividades industriales reportaron, como la manufactura o la minería, por su dependencia a la inversión interna, que no despegó el año pasado.
Fuente: https://www.reforma.com/
Puede interesarle: