La crisis por la que atraviesa la industria de la construcción se ha alargado ya por un periodo sin precedentes y se anticipa un menor impacto de este sector en la economía del País.
A enero de 2021, la construcción acumula 23 meses con caídas a tasa anual, un periodo de declive que no se había observado desde 1993, cuando el Inegi comenzó la medición.
Situaciones similares se registraron en 2001 y 2009, con 17 y 16 meses acumulados de caídas, respectivamente.
“Esto implica un cambio estructural dentro de la distribución de los sectores, obviamente un efecto es que la construcción va a perder participación relativa respecto a otros sectores de la economía mexicana”, dijo Samuel Vázquez, economista principal de BBVA Research.
Que la construcción pierda fuerza dentro del PIB de México se reflejará en una menor generación de empleos y reducción de las inversiones, consideró Janneth Quiroz, subdirectora de Análisis en Monex.
“La construcción, al presentar este rezago en la recuperación, cada vez tendrá un peso menor si las otras industrias están creciendo. El sector ha sido de los que más empleos perdió el año pasado y, en la medida en la que no se está construyendo casi nada, el empleo se verá afectado”, detalló.
Para ambos especialistas, la debacle coincidió con la cancelación del NAIM y la consecuente pérdida de confianza en el Estado de Derecho, a lo que se sumó la crisis por Covid 19 y la falta de permisos.
Fuente y derechos de imagen: Nallely Hernández / www.reforma.com/
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